Querida, tú, otra vez estoy en esta encrucijada, nuevamente con estas ganas.
Haces que explore los lugares más recónditos de mi interior,
haces que me pregunte una vez más sobre el amor...
Eres como esa alma
gemela que jamás se aparece, con tu presencia enigmática, me llenas.
Escucho una vieja
canción del baúl de recuerdos de memorias lejanas y ahí estás, abrazándome por
detrás.
¡Déjeme verte!
Lo digo tan despacio que parece que estoy suspirando.
Aquí llueve, siento las gotas sobre mi rostro cálido como el
primer día, como el último beso ¿acaso nos besamos alguna vez? sigo divagando,
sigo imaginándote.
¡Oh, tú!
¿Dónde estás?
Bailamos silenciosamente en un ir y venir de gente extraña.
Al diablo con el mundo si no estás, al diablo con el querer
de los demás cuando aún no apareces tú.
Las señales están puestas y la vida aún no está dispuesta a
juntarnos y te soy fiel sin querer porque algo me dice que estás cerca sin
pensar, no puedo idealizarte más pues tú eres como eres. Ya sin conocerte te
conozco y amo tus defectos.
Cuánto tiempo más
tendré que buscarte, cuántas vidas más tendrán que separarnos, cuántos
infiernos deben desaparecer para mirarte
fijamente....
No hay comentarios.:
Publicar un comentario