Carta en proceso de duelo

Querida tu:

He deshecho los pensamientos cientos de veces antes de decidirme a darles materia viva.

Quisiera empezar esto con un: mi amor, mi vida, mi todo; y en lugar de eso solo esta este papel en blanco.

He prometido a mi ego revuelto no escribir nada, pero el alma se ahoga y debo salvarlo.

¿Sabes de ironías? Pues tu llegas (te) y te vas dejando el desastre de huracán.

Mi ciudad ha caído, en tu sonrisa, en tu todo. Pero yo pierdo más porque ¡maldita sea! Decidí apostar tarde; y es que uno nunca sabe cuando es el momento adecuado. Los ilusos creen saberlo cuando sólo nos movemos por instinto.

Me he perdido en canciones, en letras, en sinfonías silenciosas para aplacar lo que realmente quiero decir. Jamás he sido buena en las palabras y más ahora que finjo que estás frente a mi, y siento ganas de contenerme y explotar.

Y aquí estoy, fingiendo que no pasa nada en mi interior. Poniendo mi cuerpo en reconstrucción, quitándole al alma la maldición de la soledad…

Quisiera… en verdad quisiera decir más, pero sólo te llegan palabras mudas que ya no se si quiero pronunciar...